Tendría como unos 5 años.
Estaba en el patio de mi casa mirando las rosas de mi abuela (la Joaquina, ¿te acuerdas? Máster en colleja)
Yo recuerdo cómo de repente todo me pareció extraño y dude de que la verdad fuera verdad. Nunca fui muy normal.
Mi madre se acuerda de la pregunta.
-"Mamá, ¿yo como puedo saber que tú ves esa rosa del mismo color que yo?"
Yo me acuerdo de la respuesta.
-"Mira, cuántas cosas te preguntas."
Me acuerdo porque de repente me sentí un poco menos extraña. Me conectó conmigo, con la de preguntas que podía hacerme, con mi interés por la vida. Y con mi madre, que me veía.
Mi madre, realmente, sólo quería darme largas y no contestarme nada concreto, no la culpo.
Intentando darme largas hizo un reflejo muy Focusing, y me vino muy bien. Creo que sin esa respuesta, jamás hubiera llegado a ser quien soy ahora.
El proceso real de Asun, que si aún no lo has visto, puedes descargarte gratuitamente aquí, está lleno de reflejos de empatía simple, que busca devolver en exclusiva, EL PROCESO, no EL CONTENIDO. Y esto es esencial en Focusing y es de lo que más cuesta darse cuenta. Por eso insisto tanto en las formaciones y me aseguro de que no te vayas sin haberlo aprendido.
Échale un ojo al video, verás cuántas veces ocurre.
El viernes que viene voy a hablarte de algo que creo que puede ser lo más importante de Focusing.
Pero antes, quizás nos veamos en el directo gratuito que vamos a dar mi socia Elena Alonso y yo, que va sobre cómo aplicar la creatividad en nuestra vida, y como la vida alimenta de formas sorprendentes la creatividad. Por si te sirve.
Puedes compartir este blog con quien quieras. Y el directo, también.
Que tengas buen día :)
PD: Las personas que se descargan el vídeo, además reciben un mail todas las semanas, y tienen ventajas como, por ejemplo, prioridad de acceso a las formaciones de la escuela, o dos sesiones de contacto en vez de una, en este mes de junio. Sólo para que lo sepas :)
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